Cambiar catalizador
¿Qué es un catalizador?
El catalizador es un dispositivo que forma parte del sistema de escape del vehículo. Su principal función es la reducción de la contaminación producida por los gases de escape al exterior, disminuyendo así la repercusión ambiental de las emisiones contaminantes producidas
por los vehículos a motor.
¿Para que sirve el catalizador?
Al completarse reacciones en el interior del catalizador, los principales y más peligrosos contaminantes de la combustión (hidrocarburos sin quemar, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono) se descomponen. Esto se consigue gracias a los metales preciosos contenidos en el catalizador (rodio, paladio y platino), junto con la aportación de oxígeno atmosférico, que transforman las nocivas emisiones en nitrógeno (N2), dióxido de carbono (CO2) y vapor de agua (H2O), menos dañinos para el medio ambiente. No obstante, la acción del catalizador se ve limitada en trayectos cortos por ciudad, debido a que el motor no alcanza su temperatura óptima de funcionamiento (entre 400 y 800 grados).
¿Cuándo sustituir el catalizador?
El catalizador es uno de los elementos caducos de la mecánica de un coche. Su vida útil depende del uso y los hábitos de conducción del vehículo; los expertos recomiendan su sustitución cada 40.000 a 60.000 km.
Las averías del catalizador son una de las más costosas y las que más visitas al taller generan.
¿A partir de que año llevan catalizador los coches?
El catalizador o convertidor catalítico es un dispositivo que, desde 1993, es obligatorio para todos los coches de gasolina, y a partir de 1997 para todos los diésel.
¿Cuánto cuesta un catalizador?
n catalizador puede costar entre 200 y 700 euros, dependiendo del modelo de coche. El cambio puede tardar hasta tres horas, dependiendo de la facilidad de acceso al catalizador. Un consejo: el precio de un catalizador puede llegar hasta los 300 euros en un desguace y, si lo llevas allí, puedes recuperar parte de los costes de su sustitución.
¿Cómo limpiar un catalizador?
La acumulación de hidrocarburos en el catalizador provoca la obstrucción de los conductos del escape, impidiendo que los gases fluyan al exterior.
Esto impide que el motor “respire” correctamente, provocando un rendimiento deficiente tanto al acelerar como al ralentí, incluso llegando a calar. Se puede notar un denso humo negro y un olor poco habitual, así como ruidos metálicos en la parte baja trasera. Para solucionar el problema hay que tomar medidas lo antes posible; pudiendo limpiar el catalizador, reconstruirlo o bien sustituirlo por uno nuevo o reconstruido. Esta última consiste en desmontar el componente y sustituir su núcleo, respetando los códigos y homologaciones del fabricante. Si los fragmentos cerámicos han suelto, es necesario repararlo o sustituirlo.
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